El queso nos hace felices, una idea que antes era evidente para muchos, ahora tiene fundamento científico. No solo mejora nuestra salud general, sino que nos permite vivir más tiempo, retrasando el envejecimiento. Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai (China), que ha sido publicado recientemente en la revista Nature Human Behavior, lo demuestra.
Aunque la alimentación, la actividad física, el entorno socioeconómico, los hábitos de vida, la genética y otros factores influyen en nuestra longevidad, estudios previos han demostrado que existe una conexión más o menos directa entre la felicidad y cómo envejecemos.

Para descubrir qué factores afectan nuestros genes y causan ciertas condiciones de salud, los científicos han empleado el método analítico conocido como aleatorización mendeliana en esta investigación. Se encontró que una mejor salud mental contribuía a una vida más larga, según ocho conjuntos de datos de población europea.
El propósito era descubrir qué elementos más específicos estaban contribuyendo al bienestar mental y al envejecimiento saludable, y es en este punto donde el queso se destaca. Tenían puntuaciones más altas de bienestar mental aquellos que aseguraron comer más este alimento. Comer queso tuvo un impacto positivo del 3,67% en la autoevaluación de salud, mientras que comer fruta tuvo un impacto negativo del 1,96%.

El impacto negativo del fumar fue del 4,56%, mucho menos que otras actividades, como pasar el día viendo la televisión. El impacto negativo de este estilo sobre los factores de envejecimiento de la salud fue del 7,39%.
Se requieren, sin embargo, más investigaciones para entender por qué el consumo de queso tiene un impacto en el envejecimiento mucho más favorable que el consumo de fruta, por ejemplo. Los alimentos ricos en grasas, si se consumen con moderación, no son perjudiciales para la salud, ya que pueden disminuir el colesterol y la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

En contraste con los quesos, otros productos lácteos enteros, como el helado, fueron asociados con una salud mental más deficiente. Estos tienen el potencial de activar las vías de dopamina del cerebro, mejorar nuestra función cognitiva y producir sensaciones de placer.
El queso es bueno para la salud.
Las propiedades del queso y sus beneficios para nuestra salud están documentados por la Fundación Española de Nutrición (FEN). Son más ricos en proteínas que la leche y contribuyen a la formación y reparación de los tejidos del cuerpo. También contienen una gran cantidad de calcio, uno de los minerales más cruciales para mantener los huesos y los dientes sanos, además de ser fundamental para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y muscular.

Las vitaminas A y D, nutrientes que ayudan al cuerpo a absorber el calcio y a mantener los dientes y los huesos sanos, también están presentes en el queso. Por su aportación de vitaminas del grupo B, en particular la vitamina B12, la vitamina B9 (ácido fólico), la vitamina B1 (tiamina) y la vitamina B2 (riboflavina).
También es importante recordar que este alimento contiene grasas saturadas, por lo que debe consumirse con moderación. Se debe tener cuidado al consumirlo, por lo tanto.

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